El 5 de setiembre de 1977 se lanzaba al espacio la sonda Voyager 1. Pocos días antes se había lanzado su gemela Voyager 2. Ambas con rutas diferentes pero destinadas a explorar el Sistema Solar con especial atención a los planetas gigantes. Hoy en día estos viajeros cósmicos se encuentran navegando por el espacio interplanetario, como mensajeros de la humanidad, más lejos de lo que cualquier otra nave ha llegado nunca. Carl Sagan con el disco de oro de una de las Voyager Esta misión científica, además de cámaras y otros instrumentos, transporta imágenes y sonidos representativos de la Tierra y de la humanidad, como una cápsula de tiempo, cual mensaje en una botella a la deriva en la bastedad del océano cósmico. Los sonidos se encuentran grabados en dos discos idénticos de oro (uno en cada sonda), de 30 cm de diámetro, conocidos como los Discos de Oro de las Voyager, conteniendo mensajes, sonidos y músicas seleccionadas para mostrar la diversidad de la vida y la cultura