Dentro de la música universal ocupa un sitio muy especial la música clásica europea, por su variedad, innovación, desarrollo y alcance. Y dentro de la tradición clásica pocas creaciones han tenido tanto impacto en los oyentes y en la cultura como las de Ludwig van Beethoven. Sus cinco conciertos para piano y orquesta son demostración plena de su carácter. Intensidad y expresividad como pocos compositores jamás han podido lograr. Cinco obras maestras entre las que se destacan especialmente los conciertos tres y cinco. Música imprescindible, para escuchar y compartir. Aquí comparto la que considero la más equilibrada y exquisita versión grabada de este ciclo de conciertos. Me refiero a las grabaciones realizadas en 1988 por el pianista Murray Perahia (Estados Unidos, 1947), junto a la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, dirigida por Bernard Haitink (Holanda, 1929). No menos magníficas son las interpretaciones del gran pianista checo Alfred Brendel (1931), junto a la Orquest
Escuchar y compartir música. Imprescindible.